Los que calláis

Me dirijo a vosotros,

especie de semidioses,
enanos inalcanzables,
artistas y pensadores.

Me dirijo a vosotros,
los mejor armados,
al talento y la vergüenza,
a los toros amansados.

Sí, me dirijo a vosotros,
los que calláis.

¿Cuánto vale el silencio,
cuánto os han de pagar,
perseguidos y oprimidos,
cuánto tiempo han de esperar?

¿Cuánta sangre precisáis,
cuántos muertos hacen falta,
cuántos para bajar
de vuestro ególatra pedestal?

Sí, os pregunto a vosotros,

los que calláis.

Borregos silenciosos

que seguís ignorando
los gritos que os señalan,
que os están reclamando.

En nombre de la cultura,

en nombre de la razón,
traidores insolidarios
traicionáis al corazón.

Sí, me refiero a vosotros,
los que calláis.

Tan demócratas y finos,
tan modernos y sumisos,
vuestras armas no son
más que fuegos de artificio.

Defendiendo a los de arriba
distraéis a los de abajo;
comparsas del poder,
bufones de palacio.

Sí, os señalo a vosotros,
los que calláis.

Cuando la gente se levante,
cuando empiece a caminar,
haréis lo que hacéis siempre,
subiros al altar.

Intelectuales de mierda,
mayordomos castrados,
que el próximo alubión
os pille confesados.

Sí, me cago en vosotros,
los que calláis.

Si se os pone en evidencia
repetís como loros
que somos panfletarios,
que somos demagogos.

Ahora salid corriendo,
id a esconderos
en el cómodo y rentable
escondite del silencio.

Sí, os persigo a vosotros,
los que calláis.

Corred cuanto queráis
títeres del dinero,
que os metáis donde os metáis
os encontraremos.

Ignorantes canallas,
ignoráis quien os acusa,
que son vuestras obras
las que os delatan y culpan.

Sí, a vosotros me enfrento,

donde queráis,
cuando queráis,
como queráis vosotros,
los que calláis.


"Que sirva de precedente" © Rafa Chevira