Podría hacer y decir muchas cosas
para
demostrarte que te quiero,
podría, por
ejemplo, partir desde cero.
Podría escribirlo
un millón de veces,
en la
tierra, en el agua y en el cielo;
podría, incluso,
hacerlo en el humo o en el hielo.
También
podría susurrarlo, cantarlo...
y gritarlo a
los cuatro vientos.
Podría
inventar un lenguaje nuevo,
desnudarme
por fuera y por dentro,
entregarte
en bandeja mi último aliento
y podría, si
me lo pides, detener el tiempo.
Podría hacer
y decir muchas cosas
para
transmitirte lo que siento,
sin embargo,
voy a hacerlo
de la mejor
forma posible,
para
asegurarme que no yerro,
voy a
decirte que te quiero
y voy a hacerlo con un beso.
© Rafa Chevira
Aunque un beso parezca algo simple,con él puedes decir mucho más que un te quiero al mismo tiempo.
ResponderEliminarPrecioso!
Un beso de cariño y admiración!
Noelia, las cosas más importantes y más profundas nunca las he dicho con palabras, las he dicho con besos, abrazos, miradas...
EliminarGracias por tu comentario. Espero verte por aquí más a menudo.
Un besazo.
La magia del beso está tanto en los labios que lo dan como en los que lo reciben. De poco sirve decir te quiero con un beso si la persona querida no ama en la misma medida, pero cuando lo hace, en ese roce confluyen las almas y convierten un beso en el beso.
ResponderEliminarAsí es, ha de estar en ambos Anastasia, si no, no es posible la magia.
EliminarVivo atrapado en el hechizo de ese beso, vivo atrapado por su mágico poder... y me mantengo vivo gracias a él. A su beso, al de Virgi, al que me da la vida.
Usted, lo sé, se hará habitual de este espacio tan particular.
La espero.
Un beso.