Jara la pizpireta, la dulce, la inquieta,
la respondona, la rebelde, la promesa.
Jara y sus amores, sus pasiones, sus humores,
su impaciencia, su simpatía y su conciencia.
Jara amando y dejándose amar
y su capacidad de mirar, de aprender y enseñar.
Jara se desilusiona, se crece, se inventa;
es un loco huracán que alimenta.
Jara puede ser estas cosas y muchas más,
puede ser un sueño, una fantasía o una verdad,
pero sobre todas ellas, sea como sea,
para mí Jara es una necesidad.
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